GUILLERMO ROMANÍ El Ayuntamiento de Formentera ha dispuesto que la persona que en el último mes y medio estaba trabajando como lacero de perros -empleado municipal que se encarga de recoger canes vagabundos- se ocupe de la grúa municipal. Sintomáticamente desde ese instante se han vuelo a reproducir los ataques al ganado.

El fin de semana pasado se produjo el primero y el lunes pasado el segundo. Ambos ataques a ovejas reproductoras se produjeron en la misma zona, la de es Cap de Barbaria. El último de ellos se registró en la finca Can Mariano Sord en el que, según el veterinario de la isla, Llorenç Vidal, un perro solitario atacó e hirió gravemente a una oveja que estaba a punto de criar.

Distintas fuentes consultadas relacionan directamente el hecho de que quien durante los últimos tiempos desempeñaba las funciones de lacero haya sido trasladado a otro servicio municipal como es el de la grúa, para que se hayan vuelto a suceder los ataques de los perros vagabundos al ganado de la isla.

Por otra parte, el lacero que hasta hace poco tiempo actuaba con su propio vehículo había conseguido que el Ayuntamiento de Formentera le proporcionara un coche oficial amarillo en el que, por primera vez, figuraba la imagen institucional que el Consistorio quiere impulsar en el futuro.