El presidente de la Asociación de empresas de alquiler de vehículos de Eivissa y Formentera, Bartolomé Ribas, manifestó ayer su preocupación por «las consecuencias para el sector del bajón que ha sufrido el turismo» este verano. «Es evidente que ha caído el número de visitantes», señaló Ribas, que cifró en un millar el número de coches parados en la actualidad por falta de clientes. Esto representa un parón del 20 por ciento de la flota disponible (unos 5.000 vehículos). «Lo normal en esta época del año, principalmente los meses de julio y agosto, es que toda la flota disponible esté alquilada», señaló Bartolomé Ribas que calificó la caída de «total».

Los precios, sin haber experimentado descensos para intentar captar clientes, tampoco han aumentado este año «que sería lo lógico -señaló el presidente de los empresarios de «rent a car»- dado que aumentan los gastos», sobre todo en carburantes y en seguros. En este sentido, hay que recordar que la asociación manifestó en Semana Santa que este año sacarían menos vehículos a causa del aumento desorbitado de las tasas de los seguros de los coches y motocicletas.

En este último caso el coste de asegurar una moto llegaba a ser de 130.000 pesetas, una cantidad casi imposible de amortizar con el beneficio que se puede obtener del vehículo durante la temporada. Los empresarios de las islas confían en que la situación mejore la próxima temporada porque, de lo contrario, la crisis será «total», aseveró.