Una de las pruebas más duras, la que acercó a los fotógrafos a la Cova de s'Aigua. Foto: G. Romaní.

La fotomaratón que cada año organiza la comisión de fiestas de Santa Maria se caracterizó por algunos hechos inusuales. Apenas media docena de equipos se enfrentaron a la dura prueba de intentar conseguir las 24 fotos que los organizadores proponían como reto. Si algunas de ellas no tenían demasiada dificultad, como retratar el garaje del cura o el caos circulatorio de Sant Ferrán, un cibernauta en un cibercafé o un músico con sombrero, otras pruebas tuvieron su miga.

La organización pedía a los concursantes que fotografiaran un carné de militante del PREF (Partido Renovador de Eivissa y Formentera), a pesar de que este partido aún no los ha confeccionado. Mientras unos captaron el DNI de algún afiliado, hubo quien se las ingenió para realizar mediante ordenador un falso carné en el que figuraba la cara de Abraham Lincoln, a quien se le cambió el apellido por el isleño 'Verdera'.

Una de las pruebas, la única con contro horario, se efectuó a las cinco de la tarde en sa Cova de s'Aigua, un lugar perdido en el altiplano de la Mola al que había que acceder en coche, posteriormente caminar por un pedregal para, finalmente, descender unos metros por el acantilado y entrar en una inmensa cueva en la que, como pudo constatar este diario, se celebran inumerables fiestas a tenor de los centenares de velas, botellas y otros restos que allí descansaban. Los participantes se quejaron de que la prueba era casi inhumana, pero al final todos pasaron por la famosa cueva.

El fotomaratón, que había comenzado a las once de la mañana en la plaza de Sant Francesc de Formentera, terminó con la puesta de sol en un kiosko de la playa de Migjorn. Por aquel entonces, los participantes ya habían fotografíado a un periodista buscando noticias, al aljibe del pueblo, a la placa en recuerdo a Montserrat Roig en es Caló, a una persona cargada de piercings, a otra que practicaba la técnica ecológica del compostaje, a diez personas haciendo el pino en la playa, a una casa con energías renovables... Una prueba que dio sentido al nombre con la que se organizó.