El capitán marítimo del puerto de Eivissa, Jesús Valera, hizo ayer un llamamiento a la prudencia a los patrones de embarcaciones de recreo y capitanes de todo tipo de buques que operan en el puerto ante el aumento del tráfico este verano. Valera asegura que el incremento de buques dificulta la maniobrabilidad y genera situaciones de peligro.

Los incidentes que se pueden registrar son evitables. «La mayor parte de las quejas que recibimos en este sentido son de buques grandes que se quejan de las interferencias que provocan los barcos pequeños, aunque éstos últimos se quejan también del oleaje que levantan las grandes» señaló Valera, que reitera que lo que tiene que haber es prudencia y conocimiento. «Hay unas normas de circulación que hay que conocer. Si desconoces unos códigos que significan que debes ir detrás de otro barco grande luego no te sorprendas porque el barco te venga encima», remarcó.

La Capitanía Marítima, al igual que la Dirección General de Tráfico en lo que se refiere a tráfico rodado, establece una serie de condiciones de circulación. «No somos un cuerpo de policía -matiza el capitán marítimo- sino que damos las instrucciones que deben cumplirse pero es la Guardia Civil la que comprueba que se están cumpliendo».

La ocupación de los amarres es otro dato que revela el aumento de la afluencia de embarcaciones en Eivissa. «A veces recibimos llamadas de gente conocida en la Capitanía Marítima para ver como están las posibilidades de conseguir una plaza y hay que decirles que no pueden», explicó Jesús Valera.