El deterioro de la casa cuartel de la Guardia Civil es más que evidente. Foto: MARGA FERRER.

La directora insular de la Administración del Estado en Eivissa, Marienna Sánchez-Jáuregui, confirmó ayer la existencia de un informe técnico que aconseja derribar la casa cuartel de la Guardia Civil en Eivissa, que padece un grave deterioro estructural y exterior. Tirar el edificio es la posibilidad que cuenta con más puntos en este caso porque, tal y como reconoció ayer la directora insular, «el bloque está realmente en muy mal estado».

La dirección insular ha activado el proceso de desalojo de este bloque de viviendas y dependencias del cuerpo de orden público. La operación es complicada por lo que no será de un día para otro. «Lo deseable -señaló Marienna Sánchez-Jáuregui- es que sea lo antes posible, pero no tiene que ser mañana porque no hay peligro de derrumbe».

Los efectivos de la Guardia Civil que están en el edificio deteriorado ocuparán el cuartel militar de Sa Coma en septiembre. Este recinto, cada vez menos ocupado por militares, ya cuenta con presencia de efectivos de refuerzo del cuerpo. El gran problema es el de las 50 familias que residen en la actualidad en el cuartel. «Para que dejen sus viviendas necesitamos encontrar un bloque de apartamentos para su traslado», explicó la directora insular. En este momento, sin embargo, «es complicado porque estamos en agosto y esto es Eivissa», señaló y pronosticó que el traslado será efectivo entre octubre y diciembre.

La directora insular aseguró, además, que ha hecho una solicitud al Gobierno central para que tanto los efectivos como las familias se trasladen al cuartel de sa Coma, una vez que el ejército abandone esta ubicación en 2002. «Necesitaría una reforma para ubicar las viviendas, pero por el momento está en trámite», explicó Sánchez-Jáuregui. Este extremo se barajaba incluso antes de que se produjese la orden de desalojo del bloque.