Las llamadas de teléfono, el billete de autobús para desplazarse o las fotos para presentar a las empresas de trabajo temporal. Estas son las facilidades que ofrece el servicio de orientación laboral de Cáritas. Cada día, de nueve a diez de la mañana, un grupo de personas que nunca baja de diez se concentra en Cáritas para buscar un trabajo. El servicio de orientación laboral no escatima medios cuando se trata de encontrar trabajo a los inmigrantes. La mayoría de los que recurren a este servicio es de origen ecuatoriano.

El interés de este servicio ha sido tal que se ha creado una bolsa de trabajo, que recibe bastantes llamadas de personas interesadas. «Es uno de los servicios que más se ha utilizado este verano», apuntan desde Cáritas. Sin embargo, la institución benéfica vinculada a la Iglesia ha tenido gran actividad durante el verano.

Del servicio de comedor se han beneficiado 79 usuarios en los meses de julio y agosto, frente a los 81 contabilizados el año pasado. La intención de Cáritas es que este servicio no constituya sólo un instrumento para dar comidas gratis, sino que se trata de que los usuarios hagan un esfuerzo para salir de esa situación de marginalidad facilitándoles los medios para buscar un trabajo que les permita llevar una vida más digna.

Los talleres también han tenido gran éxito durante el verano. Estas aulas formativas cuya función es enseñar a la gente a trabajar ha contado este verano con 10 alumnos, cuatro de ellos hombres, muchos de ellos ya con trabajo.