Las calles Pere Tur y Joan Roman son los últimos reductos del
barrio de Dalt Vila donde la tensión todavía es de 127 voltios. La
compañía Gesa, en cumplimiento de un convenio firmado en septiembre
de 2000 con el Ayuntamiento de Eivissa, puso en marcha un plan de
cambio de tensión y retirada de la red convencional que ya ha dado
numerosos frutos.
Según fuentes de la central eléctrica, «a finales de este año y
principios del próximo quedarán terminados todos los trabajos de
Dalt Vila, que han sido muy difíciles por el valor histórico de la
zona». Pero no ha sido el único barrio donde se han ejecutado este
tipo de trabajos, que permiten sustituir la red de cobre por una
red mixta subterránea. Los barrios de Can Escandell y ses
Figueretes también han notado los efectos de estos trabajos. «En
Can Escandell se ha retirado mucho cableado de calles y cruces,
pero el trabajado más intenso se ha hecho en ses Figueretes»,
explicó un portavoz de Gesa.
Desde que se firmó el convenio también se hicieron trabajos en
sa Penya y en es Viver. En este último barrio, Gesa también da
prácticamente por concluidos los trabajos. «Se han invertido muchas
horas de trabajo en un esfuerzo por preservar la belleza de las
calles, porque somos conscientes de que la gente valora mucho su
estética», comentan desde la empresa Gesa. Para el próximo año,
además de completarse las labores iniciadas en otros barrios,
quedan pendientes los trabajos en es Puig des Molins.
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