«Luchamos para conseguir que el colegio vaya mejor», subraya Jesús García. El caso de la pareja formada por Jesús García, presidente de la Asociación de Padres de Alumnos del colegio Can Misses, e Isabel Delgado, vicepresidenta de la FAPA de Eivissa, no es muy habitual. Padres de tres niños de diferentes edades siguen muy de cerca la vida que desarrollan en los centros educativos sus hijos por su implicación en las asociaciones de padres.

La poca participación de los padres en las APAS de los colegios sigue siendo un problema en Eivissa, un hecho que constatan Neus Marí, Eva Pérez, Nuria Moya y Mercedes Montes. Tienen en común que son madres y llevan a sus hijos al mismo colegio: Can Cantó, donde forman parte de la junta directiva de la APA. La vinculación de estas mujeres con la APA coincide con el comienzo de la etapa de escolarización de sus hijos. El objetivo de las APAS es estar al tanto de lo que ocurre en los colegios donde estudian sus hijos. Una labor que no siempre es compartida por todo los padres. El APA de Can Cantó organiza las actividades extraescolares que se desarrollan fuera del horario lectivo, algunas de ellas han pasado a tener entidad propia, como el Club Esportiu.

El primer jueves de cada mes se reúnen los padres en el colegio a partir de las nueve de la noche. «Ahí empezamos a notar que los padres no participan», precisa Eva Pérez. El colegio tiene 240 alumnos. Ochenta familias están asociadas a la APA, pero no más de 15 asisten a las reuniones. «Para ir bien tendríamos que tener asociadas a 150 familias», comenta Mercedes Montes. La cuota por familia es de 3.000 pesetas al año.

«Muchos piensan que la APA sólo es para los que están en la directiva cuando todo aquel que paga la cuota pertenece a la asociación», añaden. «Trabajamos por y para los niños», subrayan. La labor de voluntariado es fundamental para entender a un APA. «A la gente no le entra en la cabeza hacer algo sin tener una contraprestación», se lamenta la presidenta, Neus Marí. Sin embargo, aseguran que sí les aporta un beneficio. «Tienes un contacto más directo con los padres, te enteras mejor de las cosas del colegio y los profesores te apoyan mucho», afirma Eva Pérez. «Valoran mucho nuestro trabajo, porque dedicamos muchas horas sin ánimo de lucro», apostilla Eva Pérez.

La adquisición de materiales para las actividades, el mantenimiento de ordenadores, la revista o la compra de juguetes en Navidad para los niños de infantil son algunos de los gastos de las asociaciones. El próximo objetivo para Can Cantó es conseguir un gimnasio ya que los alumnos hacen deporte en el patio. Un objetivo alcanzable.