Difícilmente se puede encontrar un lugar de la geografía española donde haya una decena de tarifas diferentes de suministro de agua en 541 kilómetros a la redonda. En ningún barrio de Barcelona se produce semejante situación: las Pitiüses son únicas en esa especie. El Ayuntamiento de Sant Josep dio en el pasado pleno un paso de gigante para acabar con ese disparate, al unificar las dos tarifas que Aguas de Formentera tenía en el mismo municipio. Ahora, el primer bloque de consumo está establecido en 99'31 pesetas, un precio que se sitúa en la media insular, donde las diferencias llegan a ser abismales: en Formentera se paga 350 pesetas por un metro cúbico, y 213'84 en Sant Antoni, mientras que la más barata es una de las siete tarifas diferentes que hay en Santa Eulària, donde Sogesur la vende a 78 pesetas el metro cúbico.

Esta es otra de las peculiaridades de la isla: una misma empresa pone precios diferentes dependiendo del municipio. Así, Sogesur cobra a 135'36 pesetas el metro cúbico de agua a los ibicencos; a 213'84 a los habitantes de Sant Antoni; a 128'43 a los de Sant Joan y a 78 a los de Santa Eulària. La anarquía tarifaria es absoluta. El caso de Santa Eulària es el paradigma de esa singular situación. Recientemente, el Govern autorizaba los nuevos precios del suministro en Sant Carles y es Canar: 95'69 pesetas el metro cúbico hasta los 15 metros cúbicos al mes, es decir, 17 pesetas más que la tarifa de Sogesur.

Según un listado de precios entregado recientemente por el Consistorio a la ex concejala del Pacte Estela Bence, las empresas de esa localidad cobran 89'11 pesetas, 93 pesetas, 90 pesetas o 99'81 pesetas el metro cúbico dependiendo de si el vecino es de Santa Eulària, de es Canar, de Puig den Valls, de Santa Gertrudis o de Jesús. En este sentido, los progresistas reclaman desde hace años la municipalización del servicio, ya que permitiría racionalizar ese disparatado menú de precios.