J. M. P. El diputado por Formentera, Santiago Ferrer, atribuye a un fallo administrativo el hecho de figurar aún en el censo de Palma durante todo el tiempo en que ha sido diputado de Formentera, por lo que el Parlament le asigna dietas de desplazamiento. Según explicó el representante de la Coordinadora d'Organitzacions Progressistas (COP) en el Parlament balear, poco tiempo después de haberse dado de alta en el censo del ayuntamiento de la capital balear en marzo de 1999 pidió el empadronamiento en Formentera, donde le dijeron que como no habían recibido aún la comunicación desde Palma lo que harían es que la rechazarían cuando llegara de forma que se mantuviera la situación. También asegura que desconocía esta situación, aunque sospechó que podía haber algún fallo cuando en septiembre solicitó certificados de residente y le dijeron que no constaba en el padrón porque había sido dado de baja en una actualización del censo que también afectó a cientos de personas.

Antes también tuvo que hacer una reclamación para poder figurar en el censo electoral de las elecciones de 2000. «Estoy bien tranquilo porque no hay ninguna irregularidad; el proceso administrativo no lo controla uno», señaló. Asimismo defiende que sus retribuciones y dietas «las establece el Parlament» debido a las peculiares circunstancias que tiene ser diputado por Formentera. «Sólo voy a Palma para asuntos relacionados con la Cámara; el resto del tiempo estoy aquí [por Formentera] o en Eivissa, en el Consell Insular».

El Partido Popular de las Pitiüses, sin embargo, no es de la misma opinión. Cree que el hecho de que Santiago Ferrer tenga domicilio en Palma, como demuestra el que estuviera empadronado allí, es suficiente para cuestionar si tiene derecho al cobro de las dietas por desplazamiento, que ascienden a 27.000 pesetas para cada uno de los días que tiene que pernoctar en Palma por sus funciones como parlamentario. «El diputado y vicepresidente del Consell Insular, tan propenso a juzgar, criticar y levantar la voz contra las acusaciones de los demás, debería tener en cuenta sus propias contradicciones y no juzgar tan alegremente las acciones y creencias ajenas, cuando las propias no son precisamente un ejemplo de moralidad política», criticó la formación mediante una nota de prensa.