La Policía Local de Sant Antoni ya puede medir los ruidos. El sonómetro que adquirió hace un año y que, curiosamente, se averió justo a comienzos de la temporada, ya ha sido reparado, tras cuatro meses en el dique seco, precisamente los que más se necesitaba ese aparato.

En un suma y sigue de despropósitos, a finales de julio el Consistorio envió el sonómetro a la empresa que lo fabricó (estaba aún bajo garantía) para que lo arreglara, precisamente el mes en que todos los empleados de esa industria comenzaban sus vacaciones. Esta circunstancia provocó que se aplazara un mes más su puesta en funcionamiento.

Aunque no pudo utilizarse debido a una avería, el concejal de Gobernación, José Juan Ferrer, Blai, desveló ayer que tampoco hubieran servido las mediciones del sonómetro porque justo en julio tenía que ser equilibrado. Ese mes se cumplía un año de su adquisición, y cada 365 debe pasar una revisión para que las mediciones sean válidas. En el Ayuntamiento ignoraban esta circunstancia, por lo que el aparato no hubiera sido útil durante el verano aun en perfectas condiciones: «Sin haber sido equilibrado, cualquier recurso en un tribunal por una medición nos lo hubieran ganado», señala Juan Ferrer.

El contratiempo ha servido, al menos, para que el equilibrado de la máquina se realice a partir de ahora cada mes de octubre, y no en julio, al comienzo de la temporada alta.