J. M. R. La consellera balear de Medi Ambient, Margalida Rosselló, reiteró ayer que su departamento es contrario a la regeneración artificial de las playas afectadas por el temporal que asoló la costa pitiusa. A su juicio, ya no se lleva rellenar de arena las franjas del litoral en las que antes sólo había rocas: «Eso es cosa de hace 20 años», dijo. Además, insistió en que esa práctica resulta poco rentable tanto económica como ecológicamente. Tendría un coste «muy elevado» en ambos sentidos, ya que en la mayoría de los casos existen grandes posibilidades de que haya grandes pérdidas en cuanto se produzca un nuevo temporal.

La regeneración de arena se ha convertido en la principal reivindicación del sector turístico, al que se han sumado algunas instituciones, como los ayuntamientos de Sant Joan y Sant Antoni. Todos observan con angustia cómo la actitud de Medi Ambient puede poner en peligro la próxima temporada en calas donde en una semana las olas han chupado toda la arena.

En vez de en reposición, Rosselló prefiere que se invierta en «técnicas de retención», como se hace en Australia y se ha experimentado en Mallorca y Menorca, lugares donde se evita la pérdida mediante la instalación de cañas. La consellera da sólo dos opciones para restaurar la arena: recoger tanto la que ha sido desplazada tierra adentro como la que reposa ahora dentro del mar. Pero nada de extraer de los yacimientos En eso se muestra tajante: «No creo en la regeneración artificial».