Los muchachos han podido contrastar los escasos tópicos que conocían sobre la isla con la realidad.

Descubrir los vínculos comunes entre dos islas tan próximas, pero a menudo también tan desconocidas entre sí, es uno de los objetivos de la visita a Menorca que realiza desde el miércoles un grupo de 17 alumnos de Secundaria de los institutos Santa María, Sa Colomina, Isidoro Macabich y Blanca Dona de Eivissa. Ayer tuvieron ocasión de entrar en contacto con el mundo de la antigüedad menorquina, explorando la necrópolis prehistórica de Cala Morell, y conocer algunos detalles de sus fiestas más universales en la ermita de Sant Joan de Missa, donde escucharon historias sobre caixers, cavallers y el ritual que envuelve el típico jaleo.

Salvo Lara, de 16 años, que ha tomado parte en distintas competiciones de tiro con arco en Menorca, ninguno de estos muchachos había pisado antes la isla. «A pesar de estar tan cerca, apenas hay relaciones entre Eivissa y Menorca. Ni siquiera tenemos un vuelo directo, hemos tardado seis horas en llegar porque tuvimos que hacer escala en Palma», afirma otro de los chavales. Si hasta ahora apenas conocían cuatro tópicos sobre las taules y el viento de Tramontana que azota la isla en invierno, en la finca Sant Joan Gran han vivido de cerca las tradiciones de un mundo que se resiste a desaparecer. En opinión de Txema, «las dos islas son muy distintas. La gente no, pero Menorca es mucho más tranquila y más rural, Eivissa es como una gran ciudad».

El grupo será recibido hoy por el alcalde Pau Lluch en el Ayuntamiento de Ciutadella tras recorrer las calles del casco antiguo. Después de comer, se desplazarán a la antigua cantera de Lithica, transformada en un gran espacio para actividades culturales, donde el GOB mantiene su «clínica» para la recuperación de animales silvestres abandonados o heridos. La última jornada de su viaje, la del sábado, también tendrá un carácter medioambiental con una visita a la cumbre de Monte Toro y al parque natural de la Albufera de Es Grau. Este intercambio escolar ha sido organizado por los ayuntamientos de Ciutadella y Eivissa, con el apoyo económico de las direcciones generales de Cultura y Normalización Lingüística, que sufragan los gastos del desplazamiento.