El presupuesto del Ayuntamiento de Eivissa para el año 2002 supera por primera vez la barrera de los 5.000 millones de pesetas (31.537.752'16 millones de euros concretamente) aunque para alcanzar dicha cantidad se recurrirá a una operación de crédito por un importe de 945 millones de pesetas que se devolverán en un plazo de diez años.

El alcalde de la ciudad, Xico Tarrés, y el concejal de Economía, Joan Bonet, presentaron ayer estas cuentas que permitirán «dar un paso más hacia una ciudad más humana, habitable y justa». Según el alcalde los proyectos que se pondrán en marcha, junto con lo que se ha hecho hasta ahora, permitirán al ciudadano vislumbrar cuál es el modelo que quiere implantar el Pacte Progressista.

Entre las novedades de estos presupuestos, cuyo capítulo de inversión está cifrado en 1.054 millones de pesetas, se encuentran las primeras ayudas municipales para la compra de libros de texto, tanto para el ciclo infantil como para primaria. En los próximos días se conocerán los requisitos concretos para beneficiarse de estas subvenciones, pero el alcalde afirmó que su porcentaje, que podrá alcanzar el cien por cien, dependerá de las necesidades de cada familia. A este programa, el Ayuntamiento dedicará treinta millones de pesetas, aunque Tarrés ya avanzó que las ayudas beneficiarán a las familias residentes en el municipio. Es decir, que habrá niños no residentes pero escolarizados en el municipio de Eivissa que quedarán fuera de estas subvenciones.

Tarrés destacó el hecho de que no se vaya a aplicar ninguna subida de impuestos el próximo año -al margen del incremento del IPC-, excepto a los considerados como grandes generadores de basura a los que se quiere gravar más para costear las mejoras que va a sufrir el servicio de limpieza. «Pero por muy alta que sea la subida -afirmó el alcalde- no llegamos al cincuenta por ciento de lo que se cobra en otros municipios en los que utilizan este sistema». Tarrés defendió la estabilidad del resto de los tributos porque opina que cuando el Pacte entró a gobernar el Consistorio «los impuestos ya estaban lo suficientemente altos para lo que recibían los ciudadanos».