Álex Fito ayudó a quitar el miedo a los asistentes a la hora de ponerse manos a la obra ante un papel en blanco. Foto: V.F.

Nociones concentradas en una sesión de una hora encaminadas a explicar las claves que sigue el dibujante de cómics. Este fue el pretexto que congregó ayer por la mañana a un grupo de aficionados a las viñetas en la Sala Cultural de «Sa Nostra» de Eivissa, que acudieron a la última cita de las jornadas organizadas por la entidad: un taller con el que Àlex Fito desveló los secretos de sus tiras. Antes hubo tiempo para presentar en sociedad la revista «Esquitx», revista de información juvenil ilustrada con cómics y editada por la Dirección General de Política Lingüística y «Sa Nostra».

El formalismo del acto de presentación de «Esquitx» se rompió cuando Àlex Fito se puso manos a la obra para explicar los pasos que sigue un viñetista como él antes de dar por concluida una historia. Un caballete con grandes láminas de papel en blanco, una de sus viñetas y la imaginación que caracterizan sus historias para explicar los pasos al auditorio fueron los instrumentos que empleó para que los interesados en el mundo del comic allí presentes se llevaran una idea a casa de los pasos básicos para llegar a ser reconocido.

«Contar una historia no es dibujar por dibujar, sino narrarla. Lo más complicado precisamente es dar sentido a una serie de viñetas para que el lector se entere de lo que ha pasado. Y eso es lo difícil, conseguir que lo que tiene sentido en la cabeza del viñetista lo tenga también en la de la persona a la que se dirige». El dibujante colocó a esta premisa como la fundamental que deben tener en cuenta los que quieran ponerse a diseñar viñetas. Para ilustrar sus explicaciones deleitó a los presentes con unos dibujos improvisados sobre la marcha que expresaron la noción del equilibrio entre el tiempo y el espacio con el cuenta el autor para realizar su trabajo.

Àlex Fito concluyó el taller con la exposición de las técnicas utilizadas para dar la máxima expresión a los personajes del uso del ordenador como soporte ideal, por la rapidez que concede, para aplicar los últimos retoques a las historias. Las tonalidades grises, los sombreados y otras ornamentos que perfeccionan los cómics son ejemplos de los retoques que permite la informática. La clase magistral de Àlex Fito concluyó con un turno de preguntas con el que los asistentes aclararon las dudas. Antes, el autor aclaró el principal lastre de su profesión: «Cuando la viñeta está terminada se lleva a imprimir. Esto es lo peor, ya que es demasiado caro y lo que provoca que en España no haya más publicaciones de las que hay, los costes son excesivos».