El Ayuntamiento de Eivissa presupuestó para 2001 unos ingresos por impuesto de construcción de 100 millones de pesetas, pero según confirmó el concejal de Hacienda y Urbanismo, Joan Bonet, antes de proceder a la liquidación definitiva de las cuentas ya se habían ingresado 94 millones más de los inicialmente previstos. Esta circunstancia ya se había producido el año pasado y demuestra, en opinión del Pacte Progressista que gobierna la institución, que la construcción sigue disparada en el municipio pese a sus escasas dimensiones y la escasez de terrenos sin edificar.

En vista de que actualmente está en vigor una moratoria que impide que se concedan licencias y de que próximamente se aprobará una normativa que regula dichos permisos estableciendo unos niveles máximos anuales, el equipo de gobierno ha vuelto a calcular que los ingresos por este concepto serán de 100 millones en el año 2002. «Hemos podido observar que si bien la tendencia de los ingresos sigue estando por encima de lo presupuestado, parece que ya empieza a bajar. Y al estar en vigor no sólo la normativa del Ayuntamiento sino también la norma cautelar del Govern de les Illes Balears hemos calculado que los ingresos irán a la baja», manifestó el edil progresista.

Sin embargo, el hecho de que la construcción no haya dado todavía síntomas de crisis o recesión en lo que va de legislatura es para el Pacte argumento suficiente para la polémica norma de cupos. «Uno de los motivos por los que este equipo de gobierno se planteó en un momento dado que había que ordenar el desarrollo de la construcción en nuestro municipio fue la muestra clara de que se presupuestaban unas cantidades y se acababa ingresando mucho más porque había un 'boom' de solicitud de licencias», manifestó Bonet.