Indignación, sorpresa y la «peor noticia en estos momentos», fueron los términos que los grupos turísticos, las patronales de las agencias de viajes británicas y alemanes, ABTA y DRV, respectivamente, así como la patronal de los touroperadores IFTO utilizaron ayer al conocer la noticia de que el Govern balear aplicará la ecotasa antes de Semana Santa.

La patronal IFTO, según su secretario general, Alan Flook, fue la más dura al acusar ayer desde su central de Londres de «mentiroso» a Frances Antich, que «en septiembre pasado aseguró que debido al 11-S, en caso de que se aplicara la ecotasa se haría a partir de noviembre de este año». «No ha sido así, al margen de que dicha decisión se produce en el momento más inoportuno, dado que la industria turística no está ahora para soportar más impuestos».

El portavoz oficial de ABTA, Keith Betton, calificaba ayer la noticia de «desagradable»: «Estamos viviendo una situación complicada en la industria turística y con la ecotasa el Govern balear se ha marcado un gol en propia puerta, dado que lo único que provocará será una paralización, todavía más de la que impera, de ventas de reservas hacia Balears. Parece como si el Govern en vez de querer atraer turistas, estuviera poniendo todos los medios para echarlos».

Los grupos turísticos Thomas Cook (Neckerman y JMC) y TUI (TUI,Thomson y Fritidsresor), con sede en Frankfurt y Hannover, respectivamente, coincidían en señalar en que el mercado alemán será el gran perjudicado por la ecotasa, en concreto el turismo familiar.

Las Oficinas Españolas de Turismo en el Reino Unido y Alemania, así como la patronal hotelera Zontur y las federaciones hoteleras se conviertieron ayer en auténticas oficinas de prensa ante la avalancha de llamadas de los medios de comunicación británicos y alemanes y TUI y Thomas Cook advirtieron de que la crisis mundial provocada a raíz del 11-S ha cambiado los comportamientos de los mercados a la hora de reservar sus vacaciones, «y la ecotasa en vez de aclarar crea todavía más confusión».