La Caja de Ahorros de Balears Sa Nostra registró el pasado año un ejercicio récord en un año de crisis derivado de los atentados del pasado 11 de septiembre contra Estados Unidos. La entidad, presidida hasta este miércoles por Miquel Capellà, finalizó el ejercicio con un alza del 12'41% en sus beneficios, un 19'5% en su inversión crediticia y un 13'24% en la captación de recursos, lo que refuerza su liderazgo en el sistema financiero balear.

La trayectoria de la Caja, tras los vaivenes del 11-S, ha sido positiva en todos los indicadores, «el año 2001 ha representado para Sa Nostra un avance significativo en la consolidación de sus planes operativos al haberse superado los objetivos fijados para el negocio tradicional, así como por el hecho de haberse puesto en marcha la integración de la gestión de las empresas del Grupo y participadas, con un plan de inversiones de 120 millones de euros (20.000 millones de pesetas)», indican desde Sa Nostra.

Los resultados contables de 2001 (ver gráfico adjunto) constatan un alza del 13'24% en los recursos gestionados (414 millones de euros más respecto a 2000), así como la mejora en su cuota de mercado en Balears al mejorar siete décimas y dominar el 30'7%, por lo que refuerza su liderazgo. La inversión crediticia creció un 19'5% (585 millones de euros más respecto a 2000), sumando en su conjunto 3.584'5 millones de euros (596.411 millones de pesetas). Finalizó el año con 234 oficinas, 600.169 clientes y más de 11 millones de operaciones en su red de 304 cajeros automáticos. La evolución negativa de los mercados bursátiles obligó a la entidad a asignar 6'7 millones de euros a saneamientos.

El conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, valoraba ayer de forma positiva la gestión de Capellà al frente de Sa Nostra, «ha hecho una labor interesante, tenía ideas brillantes que han podido romper los esquemas tradicionales a la hora de presidir la entidad. Es por ello que veo en lo sucedido una decisión personal mal calculada que no afecta a los grupos que componen Sa Nostra. Ahora hay que buscar un presidente con garantías, ya que tengo plena confianza en el actual equipo directivo, pero no hay que dormirse en los laureles».

Respecto al sucesor de Capellà, considera que Miquel Pocoví aglutina en su persona todas las sinergias y apoyos del consejo de administración, «en mi opinión es la persona más adecuada en estos momentos». Mesquida afirma que en la decisión de Capellà no «ha habido presiones políticas, fue un acto personal suyo».