GUILLERMO ROMANÍ La brigada especial que el Ayuntamiento de Formentera contrató a Cespa con carácter de urgencia ha recogido 700 metros cúbicos de porquería procedentes de residuos domésticos en los nueve días que estuvo trabajando en el litoral norte de la isla. La brigada recorrió la zona comprendida entre Rocaplana en las inmediaciones y al oeste de es Pujols y es Pou des Verro pasado ya es Caló, a los pies de los acantilados de la Mola.

Entre los residuos recogidos predominan de forma apabullante todo tipo de plásticos, además de latas, restos de redes y materiales diversos que, en su mayoría, proceden del uso doméstico. Asimismo y en esta zona, fue preciso retirar cuatro metros cúbicos de maderas de todo tipo y tamaño que también habían sido arrastradas por las olas, bien procedentes de las casetas varadero o de otras estructuras cercanas a la playa, bien provenientes de la mar. Desde la pasada semana, esta brigada se ha desplazado a las fincas de la Mola, donde hay una gran cantidad de árboles rotos o caídos a consecuencia del fuerte vendaval.

Según los datos que ha facilitado el agente forestal, Lluís Carreras, responsable de la coordinación de estos trabajos, se han retirado entre 50 y 70 pinos y se ha aprovechado para hacer una limpieza del sotobosque en aquellos puntos donde la maleza podía convertirse en un potencial foco de riesgo. Carreras comentó que a medida que avanzan los días, crece el número de árboles que deberán ser retirados. Inicialmente se habló de 1.200, luego de 2.000 y ya se ha superado esa cifra.