A escopetazo limpio o bien aplastando los bolsones algodonosos de orugas. Así está combatiendo el Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat) la presencia masiva de procesionarias (thaumetopea pityocampa) en los bosques de pinos existentes entre Cala Boix y Cala Mestella, en el término municipal de Santa Eulària. Hasta el momento los técnicos del Ibanat han destruido tres centenares de bolsas. Se trata de la presencia de procesionaria más abundante desde el año 1993, cuando se dio la luz de alarma en los bosques pitiusos. Las orugas de este tipo fueron detectadas por primera vez en las Pitiüses en el año 1975, sin que hasta el momento causaran muchos estragos.

En esta ocasión, los técnicos han decidido actuar contundentemente al observar numerosos bolsones en las acículas de los pinos, algo que, según explicaron fuentes de Medi Ambient, es inusual en Eivissa pero común en la península. La excepción ha sido debida, esta vez, a las bajas temperaturas experimentadas este invierno, lo que ha inducido a las orugas a protegerse en ese sedoso invernadero.

Los responsables del Ibanat en las Pitiüses tienen poco tiempo para concluir la campaña contra este lepidóptero, ya que dentro de pocos días, cuando haga más calor, bajarán de los pinos y se enterrarán en el suelo, para transformarse posteriormente en mariposas. Las procesionarias pueden causar graves daños en la masa forestal (especialmente su defoliación) si no se controla su población.