La comitiva llegó y se expresó ante la sede del Consell Insular. Foto: KIKE TABERNER

«Estaba de encargada en un supermercado y sé lo que se facturaba; que había dinero, pero nos han dejado en la calle. Es una vergüenza. Yo estoy pagando un casa y estoy sin un duro. Hay muchas con críos pequeños a su cargo». Así resumía una de las jóvenes participantes en la manifestación de ayer de trabajadores de Diskont la situación que sufre ahora la plantilla de 45 trabajadores, mayoritariamente mujeres de mediana edad y jóvenes, que se han quedado sin trabajo tras el cierre de los Diskont (de Ibidis S .A, que, a su vez, pertenece a Francisco Miró).

35 empleados se concentraron ayer ante tres de los supermercados que permanecen cerrados desde el verano (por falta de beneficios, según la empresa) y ante el Consell Insular, al que piensan pedir apoyo. Gritaron consignas durante todo el recorrido a la vez que mostraron pancartas tan explícitas como: «El Diskont era nuestra vida, ahora es nuestra pesadilla» o «¿dónde está el dinero?, ¿dónde está el dinero de Ibidis?, repetían. Así, la empresa de Francisco Miró (propietario de los centros) se ha declarado insolvente, según el abogado de la empresa, pero ni los trabajadores ni sus representantes sindicales aceptan que esta situación sea extensiva a los Diskont de Eivissa.

Los afectados presentarán demandas por despido colectivo. Si sale adelante recibirían al menos una compensación de 45 días de sueldo por año trabajado. Antes de llegar a juicio, el caso deberá pasar por el Tribunal de Mediación y Arbitraje para intentar que las dos partes lleguen a un acuerdo previo a los tribunales. De forma paralela el sindicato va a presentar una demanda por extinción de los contratos por impago de los salarios. Los trabajadores están ahora en una situación ambigua «porque no han cobrado el sueldo de enero y febrero y tampoco cobran prestaciones del Inem», explicó ayer Fernando Fernández de UGT, que anunció más movilizaciones.