El historiador ibicenco Bartolomé Escandell emprendió su investigación hace unos meses.

En la colección de libros conmemorativos del centenario del Real Madrid, formada por cuatro volúmenes destinados a todos los públicos, presentada ayer en el palco del Santiago Bernabéu, falta un tomo que estará listo en abril, el dirigido por el historiador ibicenco Bartolomé Escandell Bonet. La serie presentada ayer la han escrito Luis Miguel González, Antonio Manilla. «Se han presentado libros de crónicas de partidos de fútbol y gráficos y yo he estado en la presentación, donde se ha nombrado el trabajo que aún desempeño con mi equipo de 12 investigadores. De momento hemos cumplido escrupulosamente con los plazos pactados con el Real Madrid Club de Fútbol acerca de la recuperación de la historia de la entidad, de los socios y de la afición».

Bartolomé Escandell espera que su tarea finalice para cuando se comprometió -abril- para que el club lo pueda publicar antes del homenaje oficial que recibirá de la UEFA en el mes de agosto. El historiados ibicenco asegura que es una tarea muy laboriosa que requiere una dedicación diaria pero que trae satisfacciones y las inevitables anécdotas: «Me he encontrado con muchas curiosidades que prefiero no desvelar hasta que la obra completa no esté finalizada, aunque ya puedo decir -porque él mismo lo anunció en el acto de presentación del centenario- que he visto el carné del presidente Aznar, al que su padre hizo socio cuando tenía siete años», apunta Bartolomé Escandell.

El resultado de estos meses de investigación serán dos volúmenes de unas 500 páginas cada uno, con mucha información gráfica, estadísticas, cuadros, que se traducirá al inglés y que completará a las más de mil páginas presentadas ayer en el estadio madridista que permiten acercarse primero a los partidos disputados por el club y a las fotografías que han marcado su brillante historial. El ibicenco aportará con su libro la versión más concienzuda del club, la que persigue un equipo de 12 personas que están bajo su dirección.

Bartolomé Escandell añadirá a su currículum de historiador una faceta a la que nunca antes se había enfrentado: la futbolística y que le puede reportar más reconocimiento internacionales, como con los que ya cuenta desde hace años a sus espaldas.