Un total de 146 mayores de Eivissa y Formentera se han beneficiado del servicio de ayuda a domicilio, un porcentaje muy pequeño si se tiene en cuenta que la población mayor de 65 años se eleva a 9.761, según la Conselleria de Benestar Social. Un hecho que se ha de atribuir a la falta de recursos para los mayores. El análisis sobre la situación recoge la escasa implantación de centros de día en Balears, siendo Eivissa la que se encuentra en peor situación: «En Mallorca suele llegar al 0'14 por ciento, en Menorca el 0'27 por ciento y en Eivissa sólo el 0'1%». La cobertura que se recomienda en estancias diurnas para personas mayores es del dos por ciento.

Según el diagnóstico efectuado por este departamento autonómico, hay que destacar la progresiva feminización de la población mayor. La tasa de masculinidad que relaciona el número de hombres con el de mujeres recoge que de cada cien mujeres de más de 65 años hay 73 hombres de esta edad. También hay que destacar el importante aumento del índice de sobreenvejecimiento que relaciona el número de personas de más de 75 años por cada cien personas mayores de 65 años.

En cuanto a la salud, las enfermedades cardiovasculares constituyen el principal problema, seguido del cáncer que supone el 21'2 por ciento de todas las muertes. Respecto a los ingresos en un hospital, el 67% de los mayores consultados en la encuesta sobre el Plan Estratégico declararon que no estuvieron ingresados en un hospital en los últimos años. En el caso de ser ingresados lo hacen por enfermedades relacionadas con el aparato circulatorio, seguido de tumores, aparato respiratorio y problemas genito urinarios. De cada mil ingresos en un hospital, 347 corresponden a personas mayores.

Los problemas de salud que preocupan más a los mayores de 65 años son cataratas, artrosis, rotura de cadera, problemas de corazón, dificultades en respirar y el colesterol. Un porcentaje muy elevado de mayores, el 75%, son capaces de valerse por sí mismos y el resto tiene dificultades para desplazarse, alimentarse, ir al servicio, vestirse, bañarse o problemas de continencia. Conforme va aumentando la edad, los mayores tienen más dificultades. Según los datos de la memoria de Benestar Social, el 16'6% de los mayores necesitan utilizar bastones o caminadores; un uno por ciento van en silla de ruedas y un 0'6 por ciento requieren camas articuladas. Un cinco por ciento aseguran que son incapaces de salir solos de la cama.

Analgésicos y antiinflamatorios son los medicamentos más consumidos, seguidos de tranquilizantes e hipnóticos. El uso de estos últimos fármacos es considerado preocupante, según se recoge en la memoria, ya que el 25 por ciento de los mayores los consumen diariamente. De hecho, el 12% de los mayores sufren insomnio.