El de este año pesa como mínimo 260 kilos, es algo mayor que el de años anteriores y que el último que matamos para nosotros que pesaba aproximadamente unos 250 kilos y pico», explicó Vicent d'es Vergé. Junto a su hermano Josep se dedica cada año, desde hace más de 12, a criar durante todo el año un cerdo para donar de manera desinteresada a Manos Unidas, concretamente para la fiesta anual que la junta local de esta organización en Sant Josep celebra en esta localidad con motivo de sus fiestas patronales.

«Lo criamos mi hermano y yo junto a otros dos cerdos que cuidamos para consumo de nuestras familias y éste tiene aproximadamente año y medio», resumió Vicent mostrando orgulloso el enorme ejemplar de cochino que este domingo hará las delicias de las numerosas personas de Sant Josep que se acerquen hasta la plaza de la iglesia para participar en el fiesta de Manos Unidas.

La dieta de alimentación del animal no entraña ningún secreto: guisantes, maíz, trigo, cebada y alguna que otra sobra de las comidas de las familias de Josep y Vicent, y, de vez en cuando algo de hierba fresca y algarrobo, algo que, según reveló Vicent, es muy bueno para el desarrollo y bienestar del cerdo. Sin duda alimentos naturales que, junto a los cuidados diarios que los hermanos de Can Vergé le ofrecen, harán que el frito de matanzas popular que se cocine el próximo domingo sea de lo más delicioso.

El pesado ejemplar que protagoniza este reportaje tiene los días contados. Mañana Josep y Vicent d'es Vergé reunirán a sus familias y varios amigos para realizar la matanza y realizar las piezas de butifarrón que el domingo se sortearán en la tradicional rifa de la fiesta de Manos Unidas. «El sábado prepararemos la carne, tanto la que se vaya a utilizar para la fritada de matanzas como las porciones que entreguemos para los sorteos, y el domingo, ayudaremos en lo que sea preciso en la fiesta», adelantó Vicent, quien confesó de manera humilde que tanto él como a su hermano colaboran de manera desinteresada con Manos Unidas «para poder ayudar de alguna manera a personas necesitadas y a una buena causa».

El origen de esta estrecha colaboración entre los hermanos Josep y Vicent Tur Marí, que crían a sus animales en un paraje apartado y tranquilo de la barriada de Cas Maríns, en Sant Josep, se remonta al menos a unos doce años atrás, cuando al principio los organizadores de la fiesta de Manos Unidas compraban un cerdo para sortear en la fiesta. Fue Josep d'es Vergé el que decidió que no era mala idea la de comprar un cerdo y mantenerlo y cuidarlo a lo largo de todo el año para esta fiesta.

Con el paso de los años este acto desinteresado se ha convertido ya en una tradición y estas dos familias de josepins son ya conocidas por su importante contribución y colaboración con Manos Unidas, que este fin de semana desarrolla su fiesta anual en la plaza de la iglesia a partir de las 11'00 horas.