EUGENIO RODRIGUEZ El alcalde de Santa Eulària, Vicent Guasch, anunció ayer en el pleno a todos los miembros de la Corporación que el Ministerio de Medio Ambiente acometerá finalmente la construcción de la desaladora en el municipio, en contra de los planes del Govern balear. «Tengo que daros una buena noticia. La desaladora de Santa Eulària se hará. El viernes [mañana] el secretario de Medio Ambiente [Pascual Fernández] explicará aquí en rueda de prensa el proyecto», explicó Guasch.

El primer edil hizo especial hincapié en que la desaladora es una necesidad histórica del municipio. Por su parte, el Pacte, por voz de Emilio Pérez-Echagüe, pidió al equipo de gobierno que fuera sensato y dejara de lado las diferencias políticas para solucionar un problema «tan serio» como la falta de agua: «Una desaladora implica consumo de territorio, y especialmente de litoral. Para qué generar este problema cuando ya tenemos una planta desaladora en Sant Antoni que apenas se utiliza durante siete meses al año. Hay que tener sentido común».

El Govern balear tiene unos planes bien distintos para garantizar el suministro de agua en Santa Eulària. Para ello, el Ejecutivo autonómico proyecta interconectar este mismo año las dos desaladoras de la isla, lo que permitirá duplicar la producción y abastecer la población de Santa Eulària. Emilio Pérez-Echagüe preguntó al alcalde cuánta agua necesitaba el municipio para justificar la construcción de una tercera desaladora en la isla.

«Se necesita mucha agua», zanjó Vicent Guasch ante el estupor de toda la oposición. «Os creéis que porque caigan cuatro gotas el problema del agua ya está solucionado. Como os oponéis por sistema a la desaladora, hay que hacerla con mano militar», sentenció Guasch. El alcalde tampoco quiso dar más detalles al Pacte. «¿Donde se construirá? es un secreto. Podéis venir el viernes a la rueda de prensa», invitó Guasch.