La mayoría de las piezas son obra de la creatividad de Javier Orvay. Foto: KIKE TABERNER

Mucha fantasía y seres demoníacos, cascos de moto futuristas con alguna que otra cresta o accidente geográfico exterior, tapas de WC con las más diversas temáticas, capós de coche con cuernos en fibra de vidrio de relieve o un kart son algunas de las más de treinta piezas que cuelgan de las paredes y ocupan el espacio de la sala de exposiciones de Argentaria desde ayer y hasta finales de mes. El autor de las mismas es Javier Orvay, más conocido como 'Job', un joven ibicenco autodidacta que trabaja desde hace más de dos años con el aerógrafo para conseguir decoraciones de lo más coloristas.

Su principal herramienta de trabajo, además de la imaginación, es el aerógrafo, una especie de pistola que funciona con aire comprimido con la que pinta todo tipo de objetos: desde carcasas de teléfonos móviles a carrocerías de motocicletas y coches. Los acrílicos y, sobre todo, la pintura de coches son los materiales que utiliza este experto en personalizar todo tipo de objetos, sobre todo los relacionados con el mundo del motor.

'Job', que se mostró muy contento con la gran acogida de público que tuvo ayer la apertura de su muestra, comentó que la aerografía es un campo bastante desconocido en Eivissa. «Me gustaría que con mi exposición la gente que la visita y no conozca este mundo se entere de lo que es y todo lo que se puede hacer con ella», explicó. El precio de las llamativas piezas observadas muy de cerca por un público juvenil aficionado y seguidor de este tipo de aplicaciones, oscila entre los 120'2 y los 1.803'04 euros. La exposición abre hasta finales de mes de 18'00 a 23'00 horas.