El conseller popular Pere Palau mostró ayer su satisfacción porque el Tribunal Constitucional haya declarado nula e inconstitucional la ley estatal 26/1995 de 31 de julio que convirtió ses Salines en Reserva Natural. Aquella declaración tuvo, recordó Palau, «la total oposición del PP»: «Nuestra postura no era protección sí, protección no, sino que invadía competencias de la Comunitat Autònoma». PSOE e Izquierda Unida, apoyados por otras formaciones nacionalistas, sacaron adelante aquella ley con la intención de proteger el paraje de posibles movimientos especuladores que, según intuían desde la izquierda, podrían convertir ses Salines en una enorme urbanización.

En rueda de prensa, Palau también expresó su asombro por la reacción de los partidos progresistas al conocer la noticia: «Nos sorprende que sólo veamos declaraciones de alegría del Pacte. Vergüenza deberían tener. Que escondan la cabeza y digan que se equivocaron». A juicio de Palau, la ley de Reserva Natural se hizo «por electoralismo», si bien «no les sirvió de nada porque perdieron las elecciones». No obstante, en marzo de 1996, los ibicencos votaron mayoritariamente a Pilar Costa, la primera senadora de izquierdas de las Pitiüses desde la llegada de la democracia a España. «Votaron esa ley a sabiendas de que era anticonstitucional», añadió Palau, quien dijo estar «satisfecho» de que ses Salines se hayan podido proteger mediante una ley especial de protección que obtuvo el apoyo del grupo popular en el Parlament.

Asimismo, el conseller y diputado imagina que el ministro de Medio Ambiente Jaume Matas «debe estar muy contento por el resultado de esa sentencia», y auguró que desde Madrid se acelerará y facilitará el traspaso de la gestión del enclave para que el Govern pueda comenzar enseguida a aplicar la preservación de ese espacio, que desde 1995 se ha degradado paulatinamente debido, entre otras razones, al escaso presupuesto que la Administración central destinaba, alrededor de 300.000 euros.

Aquella ley de Reserva Natural también fue criticada ayer por Pere Palau porque era una «chapuza», sobre todo en sus delimitaciones, que no quedaban claras ni siquiera a los técnicos. Por otra parte, Palau aprovechó la ocasión para insistir en que el grupo popular del Consell no presentará una moción de censura para desbancar a Pilar Costa de la presidencia de la institución. Si bien admitió que entre el PP y el conseller del grupo mixto, Joan Buades (que pertenece a Els Verds), existen «muchos puntos en común», un pacto de gobierno entre ambos grupos sería «antinatura», según remarcó.