Una programación racional del transporte marítimo permitiría a Formentera tener un desarrollo social y económico y equilibrarlo respecto al resto de Balears.

GUILLERMO ROMANÍ La consultora Gadeso, especializada en análisis de la realidad socioeconómica de Balears, en su número de abril hace especial hincapié en la problemática específica de Formentera; a lo largo de cuatro páginas trata aspectos demográficos, de estacionalidad laboral y los pros y los contras referidos a competitividad y sostenibilidad, aunque es el tratamiento de la insularidad y el aislamiento donde la consultora es más clara y rotunda.

El informe, del que el Ayuntamiento de la isla es ya conocedor, remarca que históricamente los formenterenses se han visto condicionados por un aislamiento y distanciamiento relativo «respecto a los centros de poder, decisión y actividad regional y, obviamente, hacia otros ámbitos», una postura que coincide exactamente con las reclamaciones del sector económico de la isla y de las propias instituciones.

El estudio indica que tradicionalmente se ha convenido en afirmar que los sistemas de movilidad interterritorial «son condición necesaria para la consecución de un equilibrio territorial que contribuya a una mayor cohesión económica y social a nivel regional».

Tras indicar las carencias infraestructurales de los territorios insulares que condicionan negativamente sus posibilidades de desarrollo real y sostenible, Gadeso incide en que «Formentera sufre estas consecuencias por partida doble: inter y extrarregionalmente» ya que los ciudadanos de Formentera no tienen el mismo acceso a las redes e infraestructuras de transporte que la mayoría de los ciuadadano de Balears o de la península.