GUILLERMO ROMANÍ La valla de madera que la Demarcación de Costas en Balears ha colocado en la PM-820 entre es Caló y ses Platgetes ha merecido varios comentarios unánimes por parte de los usuarios, especialmente por los profesionales de la carretera como conductores de autobuses, taxis o camiones. La mayoría considera que «ha quedado muy bonito» o que «no desentona con el paisaje», pero al mismo tiempo centran las críticas en dos aspectos fundamentales: la seguridad y el aparcamiento.

Respecto a la seguridad, los profesionales creen que la valla «está demasiado cerca del asfalto y cualquier pequeño despiste puede tener graves consecuencias», refiriéndose a las motocicletas o bicicletas que circulan por el carril especialmente habilitado para ello que dista medio metro de la empalizada de madera. La valla se encuentra en una de las carreteras con mayor tráfico de toda la isla.

Tal y como ha podido comprobar Ultima Hora Ibiza y Formentera , la presencia de la valla hace que los motoristas y los ciclistas se aparten instintivamente de ella por lo que circulan por encima de la línea blanca que separa el carril bici de la calzada, cuando no lo hacen directamente por la calzada central. Una situación que puede ocasionar más de un problema.