Solange Magnano, modelo argentina, se muestra encantada de participar en el certamen Ad lib. FOTO: MARGA FERRER

Solange Guadalupe Magnano Silvestro, conocida simplemente como Solange Magnano, se presenta para la entrevista como requiere la ocasión: vestida con un sencillo diseño Ad Lib de Charo Ruiz. Altísima, no necesita calzarse grandes tacones y se conforma con unos zapatos transparentes de discreto tacón. Dulce y solícita, contesta sin rechistar a todas las preguntas de los periodistas.

La carrera de Solange Magnano comenzó a despuntar en el año 1994 cuando fue elegida Miss Argentina y, al año siguiente, Mejor Modelo Americana. Desde entonces ha trabajado en Europa para agencias como Metropolitan, en París, Elite, en Milán, o Excess, en Alemania. Hoy, la amistad y el trabajo la han traído hasta Eivissa para participar en la XXIX edición de la moda Ad Lib de Eivissa y Formentera.

Y es que esta espectacular modelo mantiene una estrecha relación con Rubén Perlotti y Daniel Giannini, responsables, junto a Emma Torres, de Style Models y encargados de diseñar la escenografía y la coreografía de los desfiles de este año. «Antes nosotros teníamos una agencia, Stylo Producciones, en Argentina. Fue entonces cuando Solange fue elegida Miss Santa Fe y de ahí pasó al certamen de The Best Model of the World, para el que nosotros le diseñamos el vestido», explica Rubén. Profesionalmente, Solange Magnano también se sintió atraída por esta oportunidad. Ella misma asegura que «la moda Ad lib es conocida en todo el mundo y para mí es un orgullo estar aquí; los vestidos son divinos y me siento muy a gusto con todo ese estilo». Un estilo que, según la modelo, conecta perfectamente con Eivissa.«Acompaña al aire, la textura y en este lugar queda perfecto», añade.

Es la segunda ocasión en la que esta argentina viaja a Eivissa, aunque hace ya cinco años lo hizo «en plan de tranquilidad» y para visitar a sus amigos, como ella misma comentaba. Esta vez es diferente. Con una agenda muy apretada la argentina no tiene tiempo ni de pisar la playa. «Si le cuentas a alguien que estuviste en Eivissa y no viste el mar piensan que estás loca», comenta riendo.