Coreografía, creatividad y erotismo fueron las tres claves que trabajaron y mostraron en el escenario y a lo largo de la fálica barra las dieciseis bailarinas que durante la madrugada del pasado miércoles participaron en la primera edición de la elección de Miss Erotic Dance organizada en el Blue Rose. El conocido local de striptease de ses Figueretes reunió a numeroso público que siguió atentamente y durante más de cinco horas un espectáculo cargado de glamour y mucho erotismo en el que el jurado, formado por diez personas del mundo de la moda, comunicación y música tomaron nota de los movimientos, gestos y grado de provocación de las participantes.

Procedentes de Holanda, Gran Bretaña, Francia, Australia, Alemania, España, Brasil e incluso Israel, todas las bailarinas presentaron un montaje con una coreografía especial para la ocasión en el que, al ritmo marcado por dos temas musicales, se fueron despojando de su ropa interior y exterior para quedarse en cueros y hacer todo tipo de movimientos y acrobacias subidas a las barras del escenario del local al que acudieron decenas de noctámbulos.

Escondidas en disfraces de diablo, india, ama de casa, criada, bruja, secretaria, policía o monja, todas las chicas demostraron encontrarse en plena forma y gozar de una elasticidad pasmosa, a la hora de deslizarse por la barra.

Además de los silbidos y gritos, la puntuación de las actuaciones se midió por los aplausos y el número de dólares de mentirijilla que el público arrojó a las tablas del escenario y colocó cuidadosamente en el interior de los tangas y entre los pechos de cada una de las participantes.