La formación sindical USO denunció ayer el retraso por parte de la Delegación del Gobierno en la regularización de cerca de 35.000 inmigrantes que residen en el archipiélago. La situación es grave, a juicio del sindicato, que exigió soluciones para evitar «favorecer» el trabajo «sumergido». El secretario general de USO Balears, Rafael Pons, dio a conocer ayer un estudio que afirma que 70.000 inmigrantes que se encuentran en edad laboral viven en las Islas, de los que algo más de la mitad son trabajadores de pleno derecho y el resto todavía deben formalizar su situación.

Sin embargo, el retraso en la gestión administrativa de sus permisos de trabajo y residencia les está «condenando a aceptar trabajos sumergidos», por lo que este sindicato pidió de manera firme que «se aceleren al máximo» las tramitaciones. En este mismo sentido, la consellera de Bienestar Social, Fernanda Caro, se refirió ayer al plan de integración de inmigrantes -viviendas, escolarización, educación- puesto en marcha por el Govern, al tiempo que criticó el continuo «incumplimiento» de la Delegación del Gobierno de la Ley de Extranjería en referencia a tramitación de papeles.

Caro afirmó que hay personas esperando renovar sus permisos de trabajo o de residencia desde hace más de un año, lo que «coloca a estas personas que estaban en una situación legal en una situación de marginación».