Aprendices de hábitat

Ocho de los alumnos se especializarán como trabajadores forestal, un área que tiene como objetivo crear especialistas en protección y mantenimiento de bosques que trabajarían en brigadas de vigilancia de montes y prevención de incendios. Durante el curso recibirán una formación teórica que incluye el estudio de las especies forestales y arbustivas de las islas y las problemáticas a las que se deberán enfrentar en su trabajo como son los incendios forestales, los cambios de uso del suelo y la erosión. Junto a esta formación teórica están previstas unas clases prácticas que incluyen técnicas de eliminación de material forestal combustible o técnicas de plantación de floresta, entre otras muchas.

Otros ocho de los 24 alumnos saldrán de la escuela formados como monitores de aula de naturaleza, es decir, especialistas en campañas de educación ambiental. El futuro profesional de estos alumnos irá encaminado a desarrollar campañas diversas de educación ambiental dirigidas a grupos de estudiantes y personas de la tercera edad, entre otras.

La tercera especialidad que también dará formación a ocho personas es la de gestor de residuos sólidos urbanos, que pretende crear operarios especializados en esta materia. Éstos podrían lograr su inserción laboral en empresas de gestión de este tipo de residuos y, a la vez, en el propio curso se dará pistas a los estudiantes sobre cómo crear una empresa propia en el campo de recogida selectiva y reciclaje de residuos. Entre las clases prácticas más llamativas está el hecho de que, de mayo a octubre, los alumnos realizarán recogida de residuos en las playas (durante la temporada alta) y de los islotes de Espalmador y Espardell (una vez terminada la temporada).