Alrededor de 1.500 personas pasaron ayer por el campo de fútbol de Sant Carles (Santa Eulària) para asistir a la I Exhibición de perros adiestrados para pastoreo, agility y guarda, celebración incluida en el programa de las fiestas patronales. Los canes, los protagonistas de la soleada mañana, lograron con la demostración de sus habilidades e inteligencia sorprender y hacer sonreír a los espectadores.

La jornada comenzó con una prueba de agility a cargo del Club Illa Blanca. Se trata de un deporte para perros en el que éstos deben valerse de su agilidad y compenetración con sus dueños para salvar una serie de obstáculos. Ayer debutó en público Max, un mestizo de menos de treinta centímetros que la alemana Waltraud guió con tesón y esfuerzo. El can promete. Bobby, otro mestizo grandullón, dejó claro que aunque es lento no hay empalizada, túnel, trampolín o valla que se le resista. Y Bruno (un ágil pastor belga), Rinty (un border collie) Karembeau (un saltarín perro de aguas) y, sobre todo, el eficaz e inquieto Falcó (un border collie que es una bala) demostraron que este deporte goza de un alto nivel en Eivissa. Todos esos perros efectuaron dos pruebas de agility y, posteriormente, otras dos de jumping, en las que se eliminan las zonas de contacto, como los trampolines, la mesa o la pasarela. Las mascotas fueron guiadas por Nora, Salvador Reyes y Antoni Prats.

En diciembre se podrá comprobar el nivel de este grupo cuando compita, entre otros, con sus adversarios ibicencos, las mascotas que se entrenan en el otro club de la isla, el Eivissa, donde destacan perros tan hábiles, diestros y rápidos como Totem, Bassi, Rocky, Sira y Ruth. En las Pitiüses hay esos dos clubes de agility, los únicos existentes en Balears.

Después de esa demostración, el adiestrador Pedro Karatekian enseñó, mediante Zidane (un pastor alemán) y Loa (una rotweiller de tres años), cómo se puede educar a un perro en labores de guarda y defensa.