Balears rindió ayer homenaje a las víctimas del terrorismo de ETA naturales o residentes en Balears, en un acto organizado por la Delegación de Gobierno, a la par que en el resto de comunidades autónomas, y presidido por el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, en representación del presidente del Gobierno.

Juan Antonio Muñoz Roig, el capitán de fragata ibicenco que fue sorprendido por la explosión de un coche bomba el 9 de junio de 1992, asistió al acto junto con otras siete víctimas del terrorismo: José María Asorey Bahamonde, Pedro Coll Buades, Vicente Hernando Minguez, Jesús Montero Pita, Bienvenido López García, Eduardo José Villa Terrazas y Bartolomé Salvá José. Todos recibieron la Encomienda de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo, que concede el Rey.

Tanto el presidente del Govern, Francesc Antich; como la delegada del Gobierno, Catalina Cirer, y el propio Matas hicieron un llamamiento a la unidad de los demócratas contra el terrorismo. Cirer agradeció a las víctimas su «generosidad» y «coraje» por asistir a esta convocatoria y reconoció que «no es casual que el acto se celebre en una fecha tan cercana al día de la Constitución».

Matas recordó que «el objetivo del terrorismo no es otro que intentar reducir la convivencia pacífica con el miedo y el terror para conseguir un poder totalitario» y Antich subrayó que «la unidad es la única arma de que disponen los demócratas para derrotar al terror». Junto a éstos, entregaron los galardones el vicepresidente primero del Parlament, Félix Fernández; el portavoz de la oposición en esta Cámara, Joan Flaquer, y la teniente de alcalde en Cort Carme Feliu.