P ara muchas personas el comienzo de una jornada se inicia preparando una cafetera de café, más o menos cargado, según el gusto, para despertar y ponerse las pilas. Pero este gesto tan sencillo y, para algunos, insignificante, lleva consigo implantados toda una serie de detalles que la mayoría no tiene en cuenta y que son capitales para sacar el mayor partido a la calidad de este agradable brebaje milenario.

De estos detalles se encargan en el aula de café de Cafés Ibiza. Por este pequeño espacio pasan cada año decenas de personas, la mayoría profesionales de la hostelería, a los que se les muestran los principios fundamentales para hacer un buen café. Rosario Tur, gerente de esta empresa tostadora de café en la isla fundada hace 42 años, explica que el agua, el estado de la cafetera, la conservación del café y la llama sobre la que se coloca la misma, en caso de hacerla con la tradicional cafetera italiana, tienen que ser de una determinada forma para conseguir los mejores resultados.

«A la hora de hacer un café en una cafetera italiana es importante que el agua que pongamos en su interior esté ya un poco caliente porque, de esta forma, el conjunto de la cafetera se atempera antes y el café no necesita estar tanto tiempo al fuego. En este caso también es importante que la llama de la cocina de gas no sobrepase el ancho del recipiente y evitar que el café esté mucho tiempo al fuego», detalló.

En el caso de hacer café americano en cafetera eléctrica, más largo y aguado, un elemento a tener en cuenta es el filtro. «En este caso la molienda o granulometría, debe ser más fina y el papel del filtro tiene que ser poroso para que permita la caída adecuada del líquido», señaló esta experta y especialista en café. En el caso de disponer de una cafetera de émbolo la molienda deberá ser más gruesa para evitar que los posos pasen por el filtro ya que funciona también mediante un filtro.

E.Estévez