El hospital Can Misses de Eivissa contaba con 852 pacientes pendientes de una intervención quirúrgica hasta finales de noviembre. Un centenar más si se compara con las cifras con las que cerró Can Misses el año 2001. De estos 852 pacientes, el 34 por ciento corresponden a cirugía; el 34 por ciento, traumatología; el 13 por ciento, urología; el 8,5 por ciento, ginecología; el 6,9 por ciento, oftalmología y el 3,4% a otorrinolaringología, según los datos facilitados por la Gerencia del Àrea de Salud de Eivissa y Formentera.

Traumatología es la especialidad en la que hay una lista de espera superior a seis meses. En concreto, hay 45 pacientes que esperaban el 30 de noviembre más de seis meses para una intervención, lo que supone un 5,8 por ciento. Una cifra que ha descendido durante este año. Frente a estos datos, el 67,3 por ciento esperan menos de tres meses y el 27% tardan entre tres y seis meses en ser intervenidos quirúrgicamente.

Este aumento de pacientes en espera para ser operados en comparación con el año pasado es atribuido, por un lado, al crecimiento de la población y a las denominadas 'peonadas', horas extras de los facultativos para intentar reducir las listas de espera. Unas medidas que son negativas a largo plazo para la actividad normal del hospital, según explicó la gerente del Àrea de Salud, María Àngeles Leciñena. «Nos ha perjudicado este año, porque hubo profesionales que cobraron y a otros les daban días y se han tenido que estar devolviendo días en algún servicio hasta mayo.

No he podido hacer más actividad por culpa de este maquillaje que hubo a última hora para que los números cuadren. Hay que mantener una actividad adecuada todo el año de manera estable para el ciudadano y el usuario», explicó la gerente del IB-Salut en alusión al programa Avance del Insalud antes de las transferencias.

Otro de los objetivos de Leciñena es que las agendas estén abiertas. Es decir, que ningún paciente que llame para pedir una cita tenga que volver a hacerlo porque la agenda de citas para consultas está cerrada. Al no obtener la cita y tener que volver a llamar no aumenta, en teoría, la lista de espera. «Este año he intentado adecuar los recursos a las necesidades y el siguiente paso es pedirle a todos los servicios que las agendas estén abiertas», añadió.