Al principio parecía sólo un simple retraso del cartero real, pero tras media hora de espera todo el mundo comenzó a sospechar que algo fallaba. Los padres preguntaban sin cesar a quienes creían que deberían saber lo que ocurría, los medios de comunicación, pero en este caso éstos estaban tan extrañados como ellos. Al parecer el Ayuntamiento de Eivissa cometió una errata al imprimir el programa de fiestas para esta Navidad.

En sus páginas se puede leer claramente que el susodicho cartero estaría a disposición de los niños, en el paseo de Vara de Rey, durante la tarde de hoy y la de mañana, pero en realidad la visita del paje de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente comienza esta tarde, un día más tarde de lo que señala la agenda de actos navideños.

Muchos de los niños ya habían preparado sus cartas, unas páginas en las que cuidadosamente habían enumerado los juguetes que este año les han seducido. Otros aprovechaban para escribir in situ la correspondecia, con ayuda de sus madres. Éste era el caso de Cecilia, una niña de tres años que se apoyaba en uno de los bancos del paseo para escribir de su puño y letra la carta que, hoy sí, podrá entregar al cartero personal de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Aprovechando la ocasión, un hombre disfrazado de Rey Mago y acompañado por un amigo (éste de paisano) se ofrecía a posar con los niños que estaban por la zona. Poco a poco, viendo que el personaje central no aparecía, los niños tomaron confianza y acabaron subiéndose al escenario para jugar al pilla-pilla y algunas otras de sus versiones. Por allí estaba Joan, un niño de cinco años que reconocía sin problemas que él había pedido «muchas cosas», entre ellas, un futbolín o un disfraz de Peter Pan. Si en algo hay coincidencia entre los pequeños de la casa cuando llega la Navidad es en que todos han sido buenos a lo largo del año. Al parecer, el carbón está de más entre los ibicencos.

R.D.