La única examinadora de Tráfico de Eivissa, Rosario Kandler, se enfrenta cada semana a decenas de exámenes de conducir. El resto, hasta completar el total de candidatos, deben ser examinados por el personal de refuerzo que viene desde Palma una vez a la semana.

El hecho de que los examinadores de refuerzo se quedasen en tierra por problemas meteorológicos el pasado viernes 31 de enero, provocó la acumulación de alumnos de una semana para otra y puso en evidencia la dependencia absoluta de Eivissa en este tema.

Las autoescuelas de las Pitiüses comienzan a barajar la posibilidad de ponerse en contacto con la asociación del sector en Mallorca y pronunciarse públicamente sobre la necesidad que haya, al menos, un segundo examinador en las Pitiüses. La demanda lo justifica. «Se plantea que deberíamos hablar con Tráfico porque la situación lleva mucho tiempo siendo insostenible», remarcaban desde una autoescuela consultada.

Los exámenes se realizan un día a la semana: lunes, jueves o viernes. Por eso, si los examinadores de refuerzo fallan una semana, supone que los alumnos tienen que esperar otra semana entera, juntándose con los de la tanda siguiente.

Todos los centros consultados coinciden en que el problema es «muy antiguo» pero admiten que quizás ha llegado el momento de reclamar las mejoras para dar un buen servicio a las Islas.

La examinadora ha mantenido huelgas y protestas en diferentes ocasiones por la sobrecarga de trabajo que padece, reclamando que se habilite una plaza más. «Estamos llegando a unos límites que no sé como se van a mantener», ha señalado en diversas ocasiones Kandler, harta de que no haya perspectivas de que se vaya a aumentar el personal fijo de Eivissa de su área.

El volumen de examinados en Eivissa aumenta al mismo tiempo que crece la población. Precisamente son muchos los inmigrantes que intentan sacar el permiso para ampliar sus posibilidades laborales, tal y como confirman en una de las autoescuelas consultadas.

Otro de las circunstancias que han aumentado el número de candidatos es el aumento de autoescuelas.

A pesar de que durante mucho tiempo ha habido movilizaciones para pedir ampliaciones de la plantilla de examinadores tanto de Palma de Mallorca como en Eivissa, «las cosas siguen igual», según Kandler, y «sin perspectivas de que se solucione».