El alcalde de la ciudad, Xico Tarrés, y el concejal de Urbanismo, Joan Boned, explicaron el proyecto.

El Ayuntamiento de Eivissa proyecta rebajar en los próximos diez años las posibilidades de crecimiento actual de la ciudad en un 23 por ciento. El avance de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) prevé una reducción del techo poblacional, que pasa de las 109.064 plazas actuales, ajustadas tras al adaptación del PGOU de 1987 a las Directrices de Ordenación Territorial (DOT), a un máximo de 84.339 plazas.

Actualmente, la ciudad tiene 62.467 plazas construidas, de modo que en los próximos 10 años, según este avance del nuevo PGOU, sólo podrán aumentar en 21.872, cuando el plan actual permite hacerlo en 46.597 más. El nuevo plan general amplía el suelo rústico en un 26 por ciento y, así, pasa de las 417 hectáreas actuales a 527, lo que supone la mitad de la superficie total del municipio. Para aumentar el suelo rústico (superficie donde no se puede construir) se ha reducido en un 45 por ciento (de 230 a 126 hectáreas) el suelo calificado como urbanizable, es decir que en un futuro puede pasar a ser urbano, mientras que la superficie propiamente urbana se mantiene prácticamente igual: sólo aumenta 15 hectáreas y se queda en un total de 418, lo que supone en 39 por ciento del total de la ciudad.

Con el aumento del suelo rústico, también sube la superficie de las zonas verdes, que de 60 hectáreas (incluidas las 20 hectáreas del área del Soto, los alrededores de la muralla sur y la necrópolis de Puig dels Molins), pasa a 92 hectáreas con el parque de Can Escandell (10 hectáreas), parque del Recinto Ferial (6), ses Feixes de es Pla de Vila (13), la plaza de toros (1) y la ampliación del paseo marítimo (1'5). Otro de los puntos básicos del planeamiento propuesto es la dotación de más espacios para aparcar. El nuevo plan contempla la creación de 3.100 nuevas plazas, 2.400 dentro del casco urbano y 700 al aire libre en el primer cinturón de ronda, que se reconvertirá en una avenida más de la ciudad.