El conseller de Turisme, Josep Marí Ribas, tras estudiar el documento «El turismo, una industria de futuro en Ibiza y Formentera», que ha elaborado la Federación Empresarial Hotelera pitiusa como «decálogo» a seguir por quienes ganen las elecciones, ha asegurado que está prácticamente acuerdo con ocho de los diez puntos del documento. Hay dos, sin embargo, en los que parece que el acuerdo sigue siendo imposible: uno es el de la retirada de la ecotasa que demandan los empresarios y, el otro, el de la retirada del topónimo «Eivissa». «Es correcto usar los dos nombres porque es correcto tratar de introducir poco a poco el nombre tal y como es en nuestra lengua y no es excluyente para nada de la marca comercial», explicó Marí Ribas.

En el resto de puntos están de acuerdo, tanto en la implicación de todas las administraciones por el bien del turismo, como en intentar llegar a consensos y en realizar la promoción de Eivissa desde la isla. «Hay que ser capaces -dijo el conseller- de avanzar en las cosas en las que hay acuerdo e intentar apartar los temas en los que no hay consenso de forma que no se pare la maquinaria».

Tampoco está de acuerdo el conseller en la petición de los hoteleros, puesta de manifiesto durante la reunión en la que presentaron el documento al Pacte, de que la administración no se inmiscuya directamente en el turismo. «Los negocios turísticos son privados y funcionan a su manera; aunque no nos guste como funcionan determinados establecimientos», dijo el conseller, que añadió que «las administraciones públicas invierten dinero en promoción y publicidad y por eso tienen que tener voz de alguna forma». Cuando el turismo tiene «un peso tan grande en la economía como sucede en Balears» es «lógico», afirmó, que las administraciones tengan un papel a la hora de gestionar el sector.