El teniente de alcalde de Eivissa, Pedro Campillo, se mostraba ayer preocupado por el cierre parcial de entrada de vehículos al puerto por la rotonda junto al edificio de la Autoritat Portuària (sólo podrán acceder los automóviles relacionados con actividades o empresas portuarias y aquellos que vayan a dejar o recoger a pasajeros de los barcos) ya que «quita un montón de aparcamientos» que utilizaban los ciudadanos de Eivissa. A pesar de que entiende que el puerto sufre una importante saturación de coches, principalmente en los meses veraniegos, no es menos cierto, puntualizó «que la población de Eivissa también tiene que convivir con el aumento de actividad portuaria durante esos meses que provoca evidentes molestias».

El teniente de alcalde intentará ponerse en contacto con el presidente de la Autoritat Portuària, Francesc Triay, para conocer de primera mano la razón por las que ha decidido tomar esta medida. La Autoritat Portuària explicó que ha puesto en marcha este dispositivo de control de flujo de tráfico porque la entrada masiva de vehículos de particulares no relacionados con las actividades portuarias provoca «una saturación de coches en el recinto, que no garantiza el espacio a los usuarios del puerto, tanto empresas como particulares».

A pesar de que la medida responde una necesidad de la Autoritat Portuària, ciudadanos de Eivissa han comentado la complicada situación que se crea al eliminarse decenas de plazas en una ciudad en la que no sobran los párkings.