José María Alonso
Els Verds entonaba anoche un réquiem. Joan Buades y Marta Roldán no daban crédito a lo que estaba pasando. Lo han perdido todo. Ni conseller, ni concejal en Eivissa ni nada tampoco en Santa Eulària, un municipio en el que los ecologistas habían depositado muchas esperanzas. Aunque sin perder la sonrisa, lo de anoche en el bar Azul de Eivissa no era precisamente una fiesta. Buades, candidato al Consell, y Roldán, alcaldable en Eivissa, agotaban las baterías de sus móviles mientras abrían un surco en el asfalto.

«Un desastre alucinante que no me explico», acertó a decir Marta Roldán antes de que su teléfono móvil volviera a interrumpir. Buades tampoco se lo explica y calificó la jornada de «fracaso electoral absoluto para Els Verds y para el Pacte Progressista». A pesar de las discrepancias y de la cruz que han sido Els Verds para el Pacte Progressista en los últimos años, dolían ambas cosas. «Se ha perdido todo menos el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Eivissa» (Buades dijo estas palabras antes de conocer los resultados definitivos), lamentó el líder ecologista. En las Pitiüses el Pacte ha perdido el Consell y el Ayuntamiento de Formentera. «Nosotros tenemos parte de culpa», explicó en referencia, supuestamente, al tiempo en que el partido ecologista formó parte de la coalición de izquierdas. Buades anotó también «el avance de la ultraderecha», en referencia al aumento de votos que han registrado algunos partidos.

Buades no acertó a explicar las razones de la debacle de la izquierda en las Pitiüses. En cambio, sí dijo que el electorado no ha premiado el hecho de que cuando, a su juicio, el Pacte se desvió de sus principios originales Els Verds tuviera la coherencia de abandonar la coalición. «No han visto esta parte positiva y nos han castigado».