El edificio de la calle Garijo tiene más de cien años. Foto: VICENÇ FENOLLOSA

El Ayuntamiento de Eivissa ordenó el pasado 31 de mayo el cierre cautelar del bar Savoy, sito en la calle Garijo, ante el peligro del derrumbe de las viviendas que se alzan en los tres pisos superiores del edificio. A raíz de una denuncia presentada en abril por dos de los propietarios de las viviendas afectadas, el Consistorio realizó una inspección técnica y constató en un informe el riesgo de desplome de los pisos superiores. «El techo del tercer piso puede desplomarse en cualquier momento. Sólo puede entrar personal cualificado por el peligro del desplome», dice el informe técnico.

El inmueble da a la calle Garijo, en cuya planta baja se encuentra el bar Savoy, y al carrer d'en Mig, donde hay una tienda de ropa. El edificio tiene más de 100 años de antigüedad. Los propietarios disponen desde hace más de un año de una licencia de obra para acometer la reforma del edificio, pero aún no se han puesto de acuerdo para la contratación de una empresa que se haga cargo del proyecto. El Consistorio ordenó el apuntalamiento de la estructura del edificio para evitar que se desplome. Ayer se estaba trabajando en la instalación de puntales. Una vez esté garantizada la sujeción del edificio, el Ayuntamiento hará una nueva revisión para determinar si el local afectado puede abrir sus puertas.