La Federación de asociaciones de vecinos constituida hace unos meses se reunió ayer por la tarde en la sede del Consell Insular para dar cuenta de las gestiones realizadas para poner solución a la falta y calidad del agua, así como al problema del transporte aéreo y la controvertida ampliación del aeropuerto.

El encuentro contó con la participación de 15 representantes de distintos colectivos vecinales de la isla que mostraron especial preocupación por el asunto del agua. El presidente de la Federación, Alfredo Cenarro, explicó que por el momento se ha solicitado a Aqualia el resultado de los análisis del agua de la isla realizados en los últimos cinco años, que, asegura, «no cumple la normativa [en cuanto a salinidad] y si lo hace es por los pelos».

Cenarro reconoce que el problema es complejo, pero aboga por buscar, a corto plazo, los puntos de fuga de la red y, por otra parte, los de exceso de consumo, para consensuar con todos los sectores implicados medidas para controlar el consumo. «Hay que revisar todo lo que hay, y en última instancia somos partidarios de construir una nueva desaladora», indicó.