Antich se estrenó ayer como portavoz de la oposición calificando de «discurso lleno de ideología y vacío de contenido» la intervención de Matas en el día anterior e instándole a tener en cuenta valores y no sólo principios y calificando de «propias de un liberalismo primitivo y simplista de imposible aplicación» las recetas de gobierno del nuevo president. La importancia de lo público y la igualdad de oportunidades y derechos sociales fueron los valores que Antich reclamó a la gestión de su sucesor. Si la principal crítica que se ha hecho estos años a las intervenciones parlamentarias de Antich es que hablaba más como líder de la oposición que como president, ayer cambiaron las tornas y se dedicó a defender como nunca la acción de su Ejecutivo, intentando demostrar con cifras estadísticas la visión «catastrofista» que Matas dio durante la campaña y que ayer reiteró en sus réplicas. De hecho respondió a toda la oposición en bloque y fue recuperando el estilo que caracterizó su paso anterior por la Presidencia y que dejó de lado en su discurso de investidura.

Antich le acusó de «olvidar la cohesión social» y preocuparse «sólo de una parte de los empresarios» en una sociedad donde para el PP «todo es objeto de la compra-venta». Se trata, en palabras de Antich, de «una derecha pura y dura» que vuelve a «los tiempos pasados del dejar hacer y del sí a todo», y que por ello pone en peligro la cohesión social.

«Ya conocemos la política liberal del PP en relación a los puestos de trabajo. Privatizan Telefónica, colocan a sus amigos, dejan que se enriquezcan y así, noticia de ayer mismo, anuncian el despido de 15.000 trabajadores», precisó Antich.

Parapetado en datos estadísticos favorables a sus tesis -y que Matas no dio por buenos- Antich consiguió llevar la iniciativa hasta el punto que la primer réplica de Matas a la oposición estuvo dedicada casi exclusivamente a él.

Antich había insistió en que el modelo «desarrollista insolidario» del PP está basado en la masificación y en la especulación, lo que «está peleado con la economía productiva», y reiteró que la idea de «sociedad civil» para Matas se limita a «una parte de los empresarios». En su segundo turno, conminó a Matas a que aclarara si pensaba paralizar los traspasos a los consells y lanzó una puya a UM «que con los mismos diputados tiene más poder que antes».