La Comisión Insular de Patrimonio actuó correctamente al impedir el 25 de octubre de 1999 la urbanización de un solar de 20.000 metros cuadrados en la finca Ses Feixes en Sant Francesc de s'Estany, según una sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo número dos de Palma de Mallorca contra la que cabe recurso de apelación.

Se trata del terreno, calificado como urbano por las Normas Subsidiarias de Sant Josep, donde se iba a construir la urbanización Los Flamingos que tanta polémica suscitó en su día. Por ello, Rageni S. L., empresa promotora de las obras, cambió sus planes iniciales y puso en marcha un proyecto de construcción de viviendas unifamiliares de estilo mexicano.

El Consell, gobernado entonces por la coalición progresista, rechazó el nuevo proyecto presentado por Rageni S. L. porque éste se encontraba dentro del radio de 250 metros de protección de la iglesia de Sant Francesc de s'Estany, que en 1996 fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

Esta sentencia indica que el Ayuntamiento de Sant Josep, según la Ley de Patrimonio, debería haber elaborado un plan especial de protección o un instrumento urbanístico de protección de la iglesia. Hasta la aprobación de dicho plan, dice la sentencia, la Comisión Insular de Patrimonio «deberá autorizar la concesión de licencias o la ejecución de las otorgadas».

Así, expone la sentencia del tribunal sito en Mallorca, la empresa pretendía urbanizar los 20.000 metros cuadrados de terreno en ejecución de un Estudio de Detalle aprobado por el Ayuntamiento de Sant Josep que no ha sido adaptado a la Ley de Patrimonio. «Las normas sobre protección del patrimonio deben prevalecer sobre el Estudio de Detalle en base al cual se pretende ejecutar el proyecto de urbanización», justifica sin embargo la sentencia para desestimar el recurso contencioso administrativo presentado por la empresa promotora de la urbanización.

El Pacte Progressista mantiene que si la Comisión Insular de Patrimonio no hubiera informado desfavorablemente este proyecto, ahora en la entrada de Sant Francesc de s'Estany, en ses Salines, habría una urbanización que «desvirtuaría el conjunto paisajístico y patrimonial» de la zona natural.