La interconexión eléctrica Tarragona-Mallorca-Eivissa, \132 decidida por los gobiernos central y autonómico, costará 262,8 millones de euros (43.726 millones de pesetas), según cálculos efectuados por el propio Ministerio de Economía, y tendrá una longitud total de 300 kilómetros.

Sólo la interconexión entre la Península y Mallorca costará 156 millones de euros, de los cuales 85'1 corresponden al cable submarino en sí, mientras que los 71 millones restantes se invertirán en las estaciones convertidoras (una en Tarragona y otra en la Isla). Serán estaciones convertidoras de corriente continua/corriente alterna de 300 megavatios, la misma potencia que transportará el cable. Éste tendrá una longitud de unos 207 kilómetros entre Tarragona y un punto por determinar del norte de Mallorca.

Por su parte, el cable submarino entre Mallorca y Eivissa tendrá una longitud de 94 kilómetros e incluye otras dos estaciones convertidoras, una en Mallorca de 300 megavatios y otra en la pitiusa mayor, de 200. El presupuesto previsto para esta conexión interinsular asciende a 106,7 millones de euros, de los cuales 38,5 corresponden al cable submarino y 68,2 a las estaciones convertidoras.

El sistema finalmente elegido, Tarragona-Mallorca-Eivissa, es el más barato entre las opciones que ha estudiado hasta ahora el Ministerio de Economía. Teniendo el cable Mallorca-Eivissa como elemento común, una conexión entre Castellón y Mallorca costaría 164,5 millones de euros y la de L,Eliana (València)-Mallorca alcanza los 193,8 millones. El cable Tarragona-Mallorca, como se ha dicho, costará 156,1 millones.

Discrepancias
Con la opinión contraria del Colegio de Ingenieros Industriales y de otros representantes del sector energético, el sistema no se cerrará uniendo Eivissa con la Península, lo que crearía un triángulo eléctrico entre las Islas y el continente. La conexión entre Eivissa y la localidad alicantina de Benejama hubiera costado 104,9 millones de euros, incluyendo el cable submarino de 90 kilómetros (36,9 millones), una estación convertidora en la Península de 300 megavatios (35,5 millones) y una línea aéra de 60 kilómetros (desde la costa hasta Benejama, 32,5 millones).

Aun así, el cable entre Mallorca y Eivissa completará la conexión eléctrica de todas las Islas, pues ya existen enlaces submarinos Mallorca-Menorca y Eivissa-Formentera.

El Ministerio de Economía ha apostado por incluir la interconexión eléctrica entre Balears y la Península al considerar que «la llegada de gas natural a través de un gasoducto para alimentar centrales eléctricas de ciclos combinados puede no ser suficiente para cubrir las necesidades de consumo en las Islas».

No obstante, el Ministerio concede una especial relevancia a la ruptura de la insularidad con una conexión eléctrica: «El mercado eléctrico balear se integrará en el mercado ibérico, con todas las ventajas de romper el aislamiento de la insularidad».

En los últimos tiempos no han faltado las críticas a la incorporación del cable a la planificación energética balear. Partidos de izquierda y grupos ecologistas de Balearshan insistido que la conexión eléctrica con la Península representa la inexistencia de límites para el crecimiento y dar satisfacción a todo el consumo que pueda demandarse en el futuro.