El médico dermatólogo Mohsen Boddohi, con más de veinte años de experiencia, en su consulta. Foto: VICENÇ FENOLLOSA

El pelo se tiene que caer, tiene su ciclo vital que ronda los seis o siete años y cuando se cae, otro cabello viene a substituirle. El problema surge cuando se cae más pelo del que crece y se produce una despoblación en el cuero cabelludo», resume el dermatólogo Mohsen Boddohi, con más de veinte años de experiencia en el campo de las patologías relacionadas con el cabello. Este problema vuelve a estar de actualidad y a traer de cabeza a miles de personas cada otoño, época en la que tradicionalmente se cae el cabello debido, en principio, al cambio de estación. «El paso del verano al otoño hace que se caiga el cabello pero el problema de la pérdida puede sucederle a mucha gente en otras épocas del año», comenta este dermatólogo que insiste en que puede haber tantas modalidades de alopecia, término científico con el que se denomina a la caída, como pacientes. «No podemos hablar de los tipos de alopecias porque dependen de las causas y lo más importante a la hora de tratar a un paciente al que se le cae el pelo es saber el origen de esa pérdida de cabello», explica Boddohi, quien insiste en este punto. «En muchas ocasiones la pérdida del cabello está asociada o es consecuencia de problemas de salud interiores, por eso antes de frenar la caída es importante conocer y tratar su causa, ya que por mucho que se apliquen ampollas o se den lociones o champús anticaída no tendrán efecto», añade antes de señalar que no existen tratamientos generalizados para esta dolencia con cuadros tan personalizados.

«Existen soluciones cosméticas, como la peluca; quirúrgicas, como el trasplante; o médicas, que son los tratamientos que se realizan una vez que se descubre el origen del problema», enumera Boddohi quien comenta lo importante que es controlar el estado de la cabellera de cada particular no sólo por cuestiones estéticas, sino de salud a la hora de mejorar el bienestar de cada cual.

Falta de hierro o cinc, diabetes, mala alimentación, tratamientos de quimioterapia, el embarazo o el parto, el stress o la dermatitis seborreica o exceso de grasa, son algunas de las posibles causas del debilitamiento del cabello que deberían tratarse antes de comenzar con un tratamiento de choque para frenar la caída.

«En los últimos años se ha incrementado el número de pacientes que se preocupan por su cabello debido a cuestiones estéticas», dice el médico. «Antes los hombres se quedaban calvos y ahora intentan no llegar a ese extremo», agrega.

Eva Estévez