Balears, sin posibilidad de generación hidroeléctrica y a la espera del gas natural (cuya llegada está prevista para 2007), presenta una escasa diversificación energética, con un 66 por ciento (dos tercios) de dependencia del petróleo, un 30 por ciento del carbón (para alimentar la central eléctrica del Murterar) y sólo un 3'2 por ciento de energías renovables, según datos de un estudio de la Conselleria d'Energia sobre la situación energética de Balears.

Esta enorme preponderancia del petróleo obedece asimismo a la mayoritaria presencia del transporte (terrestre y aéreo) en el consumo energético por sectores. El transporte representa el 61 por ciento del consumo de energía en las Islas, muy por encima de España, con un 40 por ciento, y de la Unión Europea, con un 33 por ciento. El nivel de consumo del transporte en Balears casi duplica el de la Unión Europea. No obstante, cabe también destacar que, en España y en el conjunto de la Unión Europea, la industria tiene un peso notable en el consumo energético, un 31 y un 29 por ciento, respectivamente, que en Balears apenas se da. El sector secundario sólo supone en la Comunitat el 7 por ciento de nuestro consumo energético.

Sólo el transporte terrestre supone el 34 por ciento del consumo final de Balears, mientras que la aviación y el transporte marítimo llegan al 23 por ciento. Si concretamos en los productos petrolíferos, los porcentajes son similares: un 38 por ciento para el transporte terrestre y un 26 por ciento para la aviación.

Dos datos: el parque automovilístico balear era, en 2002, de 821 unidades por cada mil habitantes, mientras que el número de pasajeros de avión fue, en ese mismo año, de unos 25 millones.

Volviendo a la diversificación energética, como ya hemos dicho, España y la Unión Europea cuentan con fuentes de energía que en Balears no existen: la hidroeléctrica, la nuclear y el gas natural. En las Islas sólo disponemos de petróleo, carbón y renovables. En el caso de éstas últimas, su participación en el conjunto energético balear resulta inferior a los niveles español y comunitario. En la Unión Europea, el gas natural ya ha alcanzado una presencia del 23'3 por ciento, pero no hay que olvidar que la de la energía nuclear es del 15'3 por ciento. En España, el gas natural está en un 12'2 por ciento del conjunto de la energía consumida, casi igual que la nuclear. El petróleo representa la mitad del consumo energético español.

En cuanto al reparto sectorial, el consumo energético residencial de Balears, con un 13 por ciento, es inferior al de España (15 por ciento) y, con notable diferencia, al de la Unión Europea (un 25 por ciento), teniendo en cuenta la proliferación de sistemas de calefacción en los países del centro y norte del continente.

Además del transporte, un sector cuyo consumo energético en Balears supera al de España y la Unión Europea es el de servicios. Aunque sin grandes diferencias, esta circunstancia es más bien lógica en una sociedad tan terciarizada como la balear.

El consumo energético del sector primario (agricultura y pesca) de las Islas es muy escaso, de tan sólo un 4 por ciento, inferior al de España, un 6 por ciento, pero superior al comunitario, que se queda en un casi testimonial y residual dos por ciento.